Hecho a mano: Circo en primera persona
Espacios culturales
Fotografías vía Circo Hecho a Mano
Circo en primera personaPor Yolanda García
En 2012 surgió la oportunidad en mi vida de emprender un proyecto de educación artística dedicado al circo. Al principio me encontré con la tarea de nombrarlo y darle una imagen que defendiera la propuesta de manera sólida. Por mi formación filosófica no encontré otra forma de hacerlo sino a partir de una visión estética del circo, es decir, valorar aquellas características o arquetipos que se encuentran en el imaginario colectivo y que hoy por hoy hacen del circo una forma particular de cultura. Desde que recuerdo entiendo el circo como una cajita musical que al sonar nos transporta a una atmósfera de visiones. Un círculo de círculos con una periferia lo suficientemente grande para albergar personajes que desafían lo humano y el asombro. Figuras históricas como la mujer barbuda, el alambrista, el monito cilindrero y la entrañable figura del payaso, existen en el imaginario colectivo y nos enseñan diferentes esferas de lo que entendemos por normal.
Actualmente el circo y sus personajes han salido de la carpa y juegan con todos los espacios posibles. Es decir, definitivamente atravesaron por una transmutación. Las disciplinas circenses conviven con actores, dramaturgos, bailarines y músicos. No es necesario hoy por hoy poner en la lista de pendientes la colocación de una pista de aserrín o prevenir quienes serán los ayudantes que acarrean agua para los elefantes, es decir el recuerdo de ensueño que tenemos, repleto de lentejuelas del circo tradicional con sus horizontes de trenes y las carpas llenas de niños que disfrutaban de algodón de azúcar se está evaporando poco a poco.
Es un hecho que el circo está cambiando de piel y se manifiesta en la calle, en teatros o azoteas. La lucha por seguir creciendo en sus metodologías y referentes continúa. Sin embargo, es importante mantener presente la historia que sustenta el circo como manifestación cultural autónoma, para que en su recuerdo el sueño sea para nosotros algo más que un gas y nos abrace o empuje a seguir construyendo nuevas alternativas.
Circo Hecho a Mano, enamorado de la tradición, apuesta por la narrativa que tienen los personajes del circo como símbolos de fiesta popular. Confiamos que al poner en diálogo las bases fundadas por el glamour del circo tradicional con la pedagogía de los artistas contemporáneos, el resultado puede ser un regreso a los valores fundamentales del mismo.
La propuesta de Circo hecho a mano no se ve a sí misma como una escuela de educación tradicional, sino que opera bajo la categoría de educación informal, esta categoría refiere a un espacio que no está avalado precisamente por un poder institucional pero que educa, congrega y genera intercambio de conocimiento entre las personas que conformamos el proyecto. Es por ello que a lo largo del proyecto y su desarrollo he descubierto la importancia de fomentar el trabajo en red y la vinculación con otros artistas, escuchar enfoques diferentes y propuestas que sirvan como un punto de partida hacia un entendimiento en común.
A lo largo de tres años el proyecto ha tenido la fortuna de conocer y congregar a personajes del circo contemporáneo con artistas del estado de Querétaro que comparten sus disciplinas con el espacio que tenemos en La Nave Alterna de La Fábrica.
Pero ¿por qué un circo, y hecho a mano? La respuesta tiene muchas aristas, en breve puedo decir que elegiré siempre al circo como mi casa o guarida porque el circo enseña valores y nociones como el respeto, la solidaridad, el apoyo mutuo, la identidad y la confianza. El circo es una forma de potenciar la energía de lo que el ser humano es y nos regala la promesa del poder ser. Pero sobre todo, es una forma de desarrollar el sentido del humor como factor protector, ahí en donde conocerse y seguirse sorprendiendo de uno mismo se vuelve una fortaleza, ahí en donde caerse es de payasos que se ríen o juegan y bailan, en donde es más importante aprender del fracaso que la urgencia por levantarse. Hecho a mano es un llamado a todos aquellos que buscan ser con los otros, que buscan seguirse formando no sólo para salir a escena sino también para ser personas menos normales, más conscientes de sí mismos y de su entorno.
Después de este tiempo aún no estoy segura de cuál sea el futuro de Circo hecho a mano como proyecto artístico, ni mucho menos del futuro de la educación circense en el país, pero sí estoy segura de lo que representa el circo para mi desde sus entrañas y sueños. Gracias a las dificultades que me he enfrentado en este proceso me queda claro que las manifestaciones artísticas y los proyectos culturales tenemos que aprender a negociar con las instituciones que han vuelto de la cultura un negocio de masas. Necesitamos seguir apostando por aquella gestión preocupada no solo porque el dinero de la cultura se quede en manos de unos cuantos sino que enfoque sus esfuerzos para que el tejido social se decontruya. Hacen falta gestores que confíen profundamente que el circo es necesario para la sociedad, que en sí mismo tiene una estructura en la que no sólo hay artistas y que va desde grandes maestros payasos, historiadores y especialistas en infraestructura. Pero sobre todo creo que no debemos perder jamás el rumbo: llevar el circo y las artes escénicas a la dignificación que se merecen para que así todos juntos nos dignifiquemos también.
No quiero aprender a ponerle punto final a los que escribo sobre Circo Hecho a Mano, mucho menos cuando la función apenas va a comenzar. Seguiremos buscando e inventando. Gracias por acompañarnos.
Agradezco a la Cirkonvención Mexicana y a Proyecto Beruf por abrir estos urgentes espacios de reflexión y diálogo que por medio de palabras pueden dar voz a tantos corazones que laten gracias a la esperanza que el circo les regala. Notas relacionadas >> Proyecto BERUF arranca con fuerza |