El fuego camina conmigo // Reseña de libro
Reseña de libro El fuego camina conmigo, cuarto libro de Gerardo Cruz-Grunerth, reúne once narraciones breves, de las cuales la más extensa, “Bowie camina conmigo”, alude al título general de la obra, así como a la película de David Lynch Twin Peaks. Fire Walk with Me, de la cual incorpora varios elementos, lo cual resulta un homenaje al cineasta. De la cinta de Lynch aparecen en la portada, además del subtítulo traducido al español, una silueta que, a pesar de sus pocas características, puede identificarse con el personaje que interpreta David Bowie, así como un fondo de líneas rojas organizadas en zigzag, que recuerdan a uno de los escenarios. Ambos, personaje y escenario, resultan elementos muy ligados al aspecto onírico del filme, que a la vez es de gran importancia en la configuración de la trama de Twin Peaks. Su aparición en la portada no es en vano: anuncian que la lógica de los sueños y la de la vigilia pueden entremezclarse. “Bowie camina conmigo”, el primero de los textos, se configura a través de la confluencia de varias líneas narrativas. De este modo, son frecuentes los sueños y los despertares, los personajes de la película de Lynch (o el mismo director) en sus papeles originales o en otros, los cruces de las historias que se consideran reales con las ficticias, la irrupción de fragmentos de letras de canciones del británico. Este primer cuento es la sencilla historia de un preparatoriano que decide irse en secreto a la Ciudad de México para estar presente en uno de los conciertos de David Bowie. El autor incorpora la descripción de sus deseos sexuales, todo lo cual poco a poco es invadido, por decirlo de alguna manera, por los personajes, espacios, objetos y lógica de la historia lyncheana en cuestión. Para contar lo anterior se utiliza más de un narrador: la voz en primera persona de Raúl Bernal, el joven que planea ir al Foro Sol y fantasea con la hija de una de las vecinas, y otro más, que refiere en tercera persona las acciones del adolescente, lo ocurrido en el plano onírico, en el filme de Lynch. La importancia de los sueños y la conjunción de realidades no sólo está presente en la narración inicial. “Historias para la clausura”, que trata las divagaciones de un caminante acerca de una librería cerrada tiempo atrás y su propietario, ocurre entre la realidad y la imaginación de aquel que gusta de echar vistazos al solitario lugar. “Una mañana”, que además de incluir también lo onírico dentro de su trama agrega la posibilidad de que el mundo descrito, a pesar de todo, podría no ser más que mera ficción. “Nube Amaranta” da voz a un personaje que habla desde la locura, desde otra posible realidad. Otros elementos también frecuentes en la configuración del libro son la no linealidad de las narraciones, la recurrencia de los amores malogrados o que terminan, así como la presencia de los libros. Con respecto a lo primero, pocos son los casos en los que la historia va de principio a fin. En ocasiones las líneas iniciales refieren a la situación final, en otras, conforme se presentan los acontecimientos, se incorporan párrafos que hacen referencia a hechos que han de ocurrir más adelante; en otras más, se habla desde el final, para rememorar lo ya ocurrido. Por otra parte, los amores que decaen o ya han acabado son factor de importancia en “Otra tarde que se va”, “El muro de las lamentaciones”, “Rogelio y Luz”, “Sombra de tres días”, “Adriana”, “Nube Amaranta”, así como, en menor medida, en “Una mañana”. Más de uno de estos cuentos no sólo incluye la muerte del amor, sino de alguno de los personajes que integraban la pareja, ya sea por una acción repentina que se torna fatal, un indigesto arranque de nostalgia y dulzura, o bien, a raíz de alguna infidelidad prolongada. Los libros, por su parte, están presentes en empolvados anaqueles de cerradas librerías, en casas envueltas en la penumbra de la mañana temprana, dentro de maletas mojadas. Si bien no resultan definitorios para la configuración de la trama (como en el caso de lo onírico, la extinción o disfunción del amor) en la gran mayoría de los casos están presentes como un elemento de fondo. Los asuntos tratados en las narraciones, por otro lado, resultan variados, como ya se habrá notado. “Bowie camina conmigo” estriba entre lo real y lo onírico, la aparente anécdota sencilla y la complejidad del referente fílmico. “Historias para la clausura” se nutre de un balance entre lo imaginado y lo real, “Una mañana” convierte una anécdota común en un atisbo a la tétrica situación de que la realidad no sea en verdad la realidad. “Sombra de tres días” desarrolla el fácil plan de fuga a otra ciudad y los amores, que han de ser puestos duramente a prueba, de dos jovencitas menores de edad. “Ahí va calaca”, en su brevedad, señala la poca vida que en verdad puede tener quien tiene los años ya contados, no por cuestiones de salud, sino por otras razones. De entre todos los textos que configuran el volumen, uno de los que quizá resulten más peculiares, además de aquel con que inicia el libro, claro está, es “El cyborg de los Balcanes”, cuento en el que se entremezclan la ciencia ficción, el realismo y crudeza de la guerra y el futbol. En esta historia se amalgaman los resultados prodigiosos del empleo de una ciencia que puede considerarse casi a nuestro alcance, indispensable para salvar vidas ante los desastrosos resultados del poder bélico que azota una región de Europa del Este, con uno de los deportes más populares, mismo que puede considerarse como “otra guerra […] en la que la vida de inocentes no corría peligro”. Con tales ingredientes dispuestos, este grupo de narraciones señala un territorio en el que es necesario fijarse en donde se pisa. La realidad se trastoca en sueño, en ficción, en violencia, en tristeza. El amor mismo no es un asidero para los personajes, antes bien ocurre lo contrario, y los vuelve mártires, víctimas o victimarios. La prosa de Cruz-Grunerth, repartida en once narraciones, no está exenta de cierta poesía, y configura un libro que es completo en sus historias y ameno en su lectura. Prueba de la buena ejecución de las artes narrativas del autor es la mención honorífica a que se hizo acreedor el libro en el Premio Nacional de Cuento Joven Comala 2010. El fuego camina conmigo fue editado a finales de 2014 por Nitro Press. |