Author Archives: Jorge Cotero
Visitaciones // Pregúntale al Polvo
Advertencia al lector: favor de amenizar la lectura con “What a wonderful world” de Louis Armstrong. Cierta mujer cosmopolita se ducha mientras un hombre espera acostado en aquella cama de sábanas también cosmopolitas. La mujer sale del cuarto de
Visitaciones // Pregúntale al Polvo
Advertencia al lector: favor de amenizar la lectura con “What a wonderful world” de Louis Armstrong. Cierta mujer cosmopolita se ducha mientras un hombre espera acostado en aquella cama de sábanas también cosmopolitas. La mujer sale del cuarto de
Límites // Pregúntale al Polvo
Dibujamos las estrellas… justo encima del techo (ausente de nubes) dibujamos las estrellas No le ponemos nombre al dibujo pero pensamos lo mismo… pensamos en el mismo dibujo para el cielo Proyectamos un sol lleno de figuras geométricas lleno
Límites // Pregúntale al Polvo
Dibujamos las estrellas… justo encima del techo (ausente de nubes) dibujamos las estrellas No le ponemos nombre al dibujo pero pensamos lo mismo… pensamos en el mismo dibujo para el cielo Proyectamos un sol lleno de figuras geométricas lleno
Ritual // Pregúntale al Polvo
La cabalgata matutina despeja todo tipo de pesadilla de cabecera. Tengo la edad suficiente como para humear cualquier realidad. También, mi capacidad de no admitir mis errores han orillado a mis ideas al borde de un abismo. Desde hace
Ritual // Pregúntale al Polvo
La cabalgata matutina despeja todo tipo de pesadilla de cabecera. Tengo la edad suficiente como para humear cualquier realidad. También, mi capacidad de no admitir mis errores han orillado a mis ideas al borde de un abismo. Desde hace
Domingo // Pregúntale al Polvo
Los domingos la gente se quiere más. Uno se acelera y comete una sarta de imprudencias como pensar en voz alta, o no pensar que se habla mientras se piensa, o no hablar cuando se tiene que hablar, porque
Domingo // Pregúntale al Polvo
Los domingos la gente se quiere más. Uno se acelera y comete una sarta de imprudencias como pensar en voz alta, o no pensar que se habla mientras se piensa, o no hablar cuando se tiene que hablar, porque
Ajayu // Pregúntale al Polvo
I Ella bebía Cruz de Malta en su matera de calabaza. Lo apiñonado de su piel combinaba con la intensidad del verano en aquella ciudad boliviana. Yo leía la poesía de Adela Zamudio, ella miraba a la calle. Ambos
Ajayu // Pregúntale al Polvo
I Ella bebía Cruz de Malta en su matera de calabaza. Lo apiñonado de su piel combinaba con la intensidad del verano en aquella ciudad boliviana. Yo leía la poesía de Adela Zamudio, ella miraba a la calle. Ambos
Situaciones // Pregúntale al Polvo
J y yo caminamos bajo el puente que cruza Main Street. El invierno plagó la ciudad de un color enfermizo, y el vaho de nuestros rezos parece congelarse. En el imaginario puedo contemplar a la multitud ausente, y
Situaciones // Pregúntale al Polvo
J y yo caminamos bajo el puente que cruza Main Street. El invierno plagó la ciudad de un color enfermizo, y el vaho de nuestros rezos parece congelarse. En el imaginario puedo contemplar a la multitud ausente, y
Crónica de un borracho sin destinatario // Pregúntale al Polvo
“¡Ah qué muchacho! Y luego dicen que el borracho toma vino por culpa de la mujer. ¡Sí, cómo no!” Chava Flores Francisco es alcohólico y obsesivo compulsivo. La razón de su delirio tiene nombre de detergente: Rosita. Cuando
Crónica de un borracho sin destinatario // Pregúntale al Polvo
“¡Ah qué muchacho! Y luego dicen que el borracho toma vino por culpa de la mujer. ¡Sí, cómo no!” Chava Flores Francisco es alcohólico y obsesivo compulsivo. La razón de su delirio tiene nombre de detergente: Rosita. Cuando
Paulo // Pregúntale al Polvo
Él, acostado en la cama número 117, obedece a la noche y se entrega en su totalidad. Él flaquea ante ella, pues siempre la amó. Paulo, durante sus años lúcidos, siempre amó a la noche. La luna se convirtió
Paulo // Pregúntale al Polvo
Él, acostado en la cama número 117, obedece a la noche y se entrega en su totalidad. Él flaquea ante ella, pues siempre la amó. Paulo, durante sus años lúcidos, siempre amó a la noche. La luna se convirtió
Aproximación: tema insoslayable // Pregúntale al Polvo
Cualquier observación es válida siempre y cuando sea ajena al encuentro suicida. En el preludio de cualquier encuentro, la ansiedad es el elemento detonador de toda serie de acciones positivas o negativas; viscerales o premeditadas; acciones
Aproximación: tema insoslayable // Pregúntale al Polvo
Cualquier observación es válida siempre y cuando sea ajena al encuentro suicida. En el preludio de cualquier encuentro, la ansiedad es el elemento detonador de toda serie de acciones positivas o negativas; viscerales o premeditadas; acciones
Universo // Pregúntale al Polvo
Llegamos al hotel de paso que está sobre la carretera deshabitada. Alquilamos la última habitación; al menos eso nos dijo el portero desdentado. Estás exhausta, lo percibo en tu cabello despeinado. La madera de las escaleras cruje al subirlas
Universo // Pregúntale al Polvo
Llegamos al hotel de paso que está sobre la carretera deshabitada. Alquilamos la última habitación; al menos eso nos dijo el portero desdentado. Estás exhausta, lo percibo en tu cabello despeinado. La madera de las escaleras cruje al subirlas
Penitencia // Pregúntale al Polvo
‘Usted, Señor, ya está muerto. Lo que pasa es que no le han avisado.’ Frase tomada de una conversación ajena. En la penumbra de la habitación de aquel viejo hostal, nace una lánguida luz que alumbra el
Penitencia // Pregúntale al Polvo
‘Usted, Señor, ya está muerto. Lo que pasa es que no le han avisado.’ Frase tomada de una conversación ajena. En la penumbra de la habitación de aquel viejo hostal, nace una lánguida luz que alumbra el
Rudimento // Pregúntale al Polvo
Eterna neblina sobre el paisaje rojo por el sol de julio. Taciturno imagino mi cuerpo que camina entre pinos y robles dentro de un vivero, ubicado en alguna plaza central de Sudamérica. Los árboles me hacen muecas. El viento lleva
Rudimento // Pregúntale al Polvo
Eterna neblina sobre el paisaje rojo por el sol de julio. Taciturno imagino mi cuerpo que camina entre pinos y robles dentro de un vivero, ubicado en alguna plaza central de Sudamérica. Los árboles me hacen muecas. El viento lleva