Los parques de mi memoria // Letrista

Por Beatricia Braque.

 

Paseabas libre en mi mente, navegando entre mis lagunas mentales, reconstruyendo los caminos sinuosos y desmemoriados. En aquel entonces tenía yo un tiradero, y confundía las amapolas con los anturios rojos y las violetas con los nardos. Había recuerdos olvidados entre las flores y tristezas germinando en los parques de mi memoria. Había sombras marchitas, amenazando con destruir aquella hermosa fuente en medio de mi ciudad rosa, en donde había un agente de tránsito que siempre dormía y no dejaba fluir aquellas imágenes luminosas que quería yo dejar en este o en cualquier otro papel. Había cajas de recuerdos tiradas en las calles, marcadas con la palabra “FRÁGIL”, había algunas otras marcadas con la leyenda “NO TOCAR.” En la ciudad del recuerdo los semáforos marcaban siempre rojo y había momentos detenidos, esperando el cambio de luz. Había una casa rota por la mitad, y una niña pequeña llorando. Recuerdo que tomaste a aquella niña de la mano y la llevaste a otro hogar. Recuerdo que dijiste que esta cabeza mía era como “El país de las maravillas”, que no dejabas de maravillarte ante mi manera de ver el mundo, en aquel lugar donde los relojes andaban al revés, donde los espejos se miraban de frente para entender el infinito. Sacudiste la herrumbre y el polvo de la memoria, cambiaste las cortinas de esa ventana que tenía vista al mar. Removiste el escombro donde se encontraban sepultadas las pequeñas alegrías. Catalogaste y clasificaste cada uno de los rincones de mi memoria por tema, color, orden alfabético y espacio-temporalidad. Antes de ti mi memoria no conocía el tiempo, y me dolía igual lo que me había sucedido a los 5 años que lo que me había sucedido hacía 5 horas. Antes de ti no distinguía la tristeza irremediable de la nostalgia que acompaña cada jueves. Paseabas libre en mi mente, entre espinas y flores, entre grietas y ausencias, y cuando pensaste que estaba lista, me dejaste sola en aquel parque, a merced de la felicidad.

 

los parques de mi memoria

Ilustración de Ana Morada