El Ojo // Sector Reforma

El Ojo presenta
“X Diez – Sector Reforma”
Por Diego del Valle Ríos

 

x diez

 

Epílogo

Texto de Diego Del Valle Ríos

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El próximo domingo 23 de febrero clausura la exhibición retrospectiva “X, Diez” del colectivo Sector Reforma, que como su título lo dice, hace un recuento del trabajo realizado a lo largo de sus 10 años de existencia.
La exhibición está albergada en el Museo de Arte Raúl Anguiano; el único museo público en el municipio de Guadalajara identificado a sí mismo como difusor exclusivamente de la producción artística contemporánea. Como cualquier institución museística, es su obligación entablar una relación y diálogo, a través de sus actividades, con el contexto social y cultural en el que se encuentra, resultando en una continua formación de públicos y de pensamiento crítico, más allá de la comunidad artística a la que apoya. Pero al ver esta exhibición, me pregunto si se realizó con ese fin o exclusivamente para el medio artístico que rodea al colectivo.
Una exhibición retrospectiva reúne las obras más importantes y representativas a lo largo de una carrera artística, ya sea individual o colectiva. La dirección curatorial, en este caso, debe de crear una línea del tiempo indirecta que comunique a través de las obras el desarrollo y crecimiento de dicha producción artística que la ha convertido en una referencia en su medio, y a su vez, al tratarse de obras tan diferentes entre si y que no pertenecen a una misma idea de concepción, de época y de autor (en este caso), integrar en la museografía una manera en la que el público pueda entender de qué trata la obra que esta observando.
Sin embargo, al acceder al recinto encontramos una exhibición compuesta por una gran número de piezas, que al menos que se cuente con un conocimiento más profundo del colectivo, sus relaciones, colaboraciones, formas y procesos creativos, resultan en su conjunto ajenas e incomprensibles para el público en general convirtiéndose en una colección de curiosidades. Ojo, no pretendo criticar

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la calidad artística de las obras ahí expuestas, sino la falta de una dirección curatorial que permitiera entender para profundizar en la importancia de cada una. ¿Por qué está esto aquí? ¿Qué representa en la historia de Sector Reforma? Podríamos consultar el texto escrito, pero al comenzar a leerlo nos encontramos con un texto denso, complejo e inaccessible, que al terminar el segundo párrafo no ha creado un interés y solo habla de las generalidades del trabajo del colectivo. Obras interesantes, como la colaboración con Guillermo Santamarina en la intervención del la escultura del “Pájaro” de Mathias Goertiz, pierden su fuerza, relevancia y significado, convirtiéndose en una pieza más dentro de un gran inventario.
La comunidad artística de Guadalajara debe de dejar de concervirse a si misma de manera individual, dejar de crear exhibiciones que parecen que fueron montadas solamente para ellos, de manera elitista y con un estandarte de “al que le interese que investigue”. Por éstas formas de curaduría y museografía, solamente afirman el ya tan mencionado “arte como fraude”, se distancían del público y no crean un diálogo ni interés real. ¿Acaso no se dan cuenta que éstas dinámicas son parte del problema de la falta de crecimiento y dinamismo del sistema del arte y del mercado? Es autosabotaje.
Tenemos que pensar nuevas formas de comunicación de mensajes visuales entendiendo en gran parte como funcionan las nuevas relaciones de comunicación que han generado el internet y las redes sociales, ya no estamos en los noventas, no podemos seguir imitando los modelos de curaduría de esa década. En lugar de separarnos cada vez más del público, debemos acercarnos a través de la generación de curiosidad, pensamiento crítico y diálogo, y los museos, como el MURA, son los primeros que deben buscar eliminar estos obstáculos.

Vía: Je ne sais quoi

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